viernes, 27 de enero de 2012

Como un usar y tirar.

Esperé ser siempre lo que tú querías que yo fuera. Nunca creí ser la chica de tu vida, preferí estar entre el montón y que fueras tú el que decidiera por su propio convencimineto, sacarme de ese anonimato, de ese mogollón de chicas guapas y conquistadoras, que arrasan cualquier sábado noche.

Mis conquistas son diferentes, no son normales, no son típicas, son tipo yo. Tú ya sabes cómo son, creo que recordar que lo probaste hace unos años, y supongo que aún sigues con el sabor de esa conquista en los labios. Sabes de qué pie cojeo, sabes mis debilidades y mis puntos fuertes. Sabes que odio los domingos y que adoro el olor a café recién hecho. Te confíe mi vida en la mano, tú me la tiraste de un manotazo.
Pienso. Pienso y me doy cuenta de que en realidad es que toda mi vida es una conquista. Me levanto conquistando a mi tostador, haciéndole súplicas para que funcione, y acto seguido conquisto mi armario en busca de alguna ropa que disimule mis puntos débiles, para después de darme una ducha y arreglarme, conquistar el Paseo de la Castellana, a la caza del autobús nº 146, exactamente el que pasa a las 8 y 12 minutos.
Mi vida siempre ha sido una conquista, una conquista por algo muy sencillo:
Llegar a tiempo para SER FELIZ.
A veces creo que tú podrías haberme hecho la mujer más feliz del mundo, otras veces detesto esa idea, de igual forma que detesto tu orgullo y egoísmo. Detesto que fueras tan injusto. Tan crío. Tan estúpido. Tan bobo y tan encantador a la misma vez.
Creo que te di lo mejor de mí, pero supongo que no fue ni fui suficiente. Me dejaste agonizando en este juego del amor.
Ha pasado el tiempo, ahora sé que nunca fui tu princesa, y también sé que quiero no serlo nunca.
No quiero desperdiciar el resto de mi vida junto a ti, un lobo, disfrazado de príncipe azul. Típico, pero no por ello de mi gusto. No quiero mirar el reloj y acusarme a mí misma porque son las 8: 15 y he perdido el bus de las 8:12. Quiero que alguien me haga café, y que a poder ser no me lo sirva en un vaso de usar y tirar.
Usar y tirar. Usar y tirar. Usar y tirar. Eso es, eso es exactamente lo que tú hiciste conmigo...
Se acabó. Desde hoy me gustan los puntos y final. El primero lo voy a utilizar contigo.

.

 FIN.

No hay comentarios:

Publicar un comentario