No necesitas a nadie que te complete. Solo a alguien que te acepte por
completo. Si un hombre intenta cambiarte, cambia... pero de hombre.
Porque una mujer no es aquella que tiene más hombres a sus pies, sino la
que tiene uno solo a su altura; y una gran mujer, aquella que no
necesita depender de ningún hombre para ponerse el mundo por montera, y
por ello, es digna de admiración por los que la conocen. Tienes muchas
opciones, pero recuerda siempre estas dos: Sufrir por la persona
equivocada. O disfrutar hasta que llegue la indicada. Tú eliges.
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