No me cortes las alas.

Y ahora estoy aquí, retomando una de las cosas que más me gustan hacer, escribir. Ni siquiera sé por qué lo abandoné, ni por qué escribo tantas cosas que nunca salen a la luz, sólo se amontonan en carpetas y carpetas de mi portátil, nombrados al azar en momentos de inspiración. Puede que no guste lo escribo, puede que no guste lo que critico, puede que no guste lo que intento expresar...pero y qué? ¿a quién le importa? He llegado a un punto en mi vida en el que mañana mismo podría salir a la calle con un florero en la cabeza...al fin y al cabo, ahora se lleva todo, lo raro, lo guay, lo fashion, lo supermegachachi, lo cool...No creo que a nadie le importe que en un pequeño rincón de esta gran burbuja, de mi pequeña opinión sobre este mundo loco y absurdo en el que nos ha tocado existir. El problema está en que yo no me limito a existir, yo vivo, me gusta vivir.