domingo, 12 de febrero de 2012

O todo o nada.

Me siento al borde la cama, a oscuras, en silencio. Miro por la ventana y veo las estrellas. Me siento una de ellas, como una estrella fugaz, de esas que se despiden de repente sin dejar que tomes medidas, de esas que pasan por tu vida dejando huella, dejando rastro, dejando aroma de melancolía. Pienso, y decido no pensar. Asumo las consecuencias, pero no me recreo en ellas. Lo hecho hecho está, nada nos va a hacer volver atrás, ni tan sólo al segundo anterior a esto, en el que pensaba si sentarme al borde de la cama o tumbarme en el suelo, a lo vagabundo, a lo abandonado, a lo que soy ahora mismo. Escucho tu canción de fondo. Me pregunto si tú también la estarás escuchando, si cada nota y cada letra recorrerá cada recoveco de tu mente y te hará sentirte tan desgraciado como yo, o si en cambio estarás pensando en ella y en sus ojos verdes.
El destino nos unió y nos abandonó a nuestra propia suerte. Nos quedamos a medias, como un ni contigo ni sin ti, como un quiero y no puedo, pero tu cobardía y tu orgullo no dejaron salir a las palabras de tu pecho. Las mías se agolpaban por salir, y no me quedó más remedio que explotar, que dejar de soñar con futuros mejores, con ilusiones robadas y recuerdos escondidos. Te juro, no me quedaba otra opción que esa. Mi valentía luchaba contra tus miedos y decidió tomar las riendas del juego, jugar y arriesgar, echar los dados a todo o nada, aún sabiendo que podía salir nada. Que la suerte no está de mi lado ya lo sabía. Que no me importa lo más mínimo, también. Supongo el resultado. Se confirma. Esto muere. Pero no me arrepiento. He hecho TODO, todo lo que he podido, Y MÁS. No ha sido ni he sido suficiente, supongo. Verso acabado. Punto.
Solo quiero que taches los errores y que me improvises cuando puedas. Que me cuentes en minutos como a las canciones y que midas mi cariño con termómetros, por eso de la fiebre si te veo. Que si algún día te preguntan, no digas que no fui perfecta, porque nací para cometer errores, no para fingir ser la imgen de la perfección, y que sin pensártelo dos veces digas:
- Y, ¿qué es lo que pasó? - Lo que siempre pasa: La vida...pero la quería, la quería mucho, y se fue porque no pudo soportar estar sin mí. La dejé escapar.
Y que recuerdes que te enseñé a contar:  uno más uno es igual a todo, y dos menos uno es igual a nada.
También te enseñé a luchar por lo que merece la pena, aunque tú no lo estás poniendo en práctica conmigo.
Y que no me digas que ella es mejor, porque la crueldad es la fuerza de los cobardes. 
Y que si ves que me voy y no haces nada por retenerme, no esperes volver por el camino que te vio partir.
Me dio el venazo de imaginarte, desde el primer momento en que nuestros ojos se miraron, desde que encontré tu sonrisa bonita y tu voz cálida, tu pelo alborotado y tu piel morena. Pero la distancia hace que el silencio no hable con palabras que viven con tu voz y con el eco de tu risa. Y el tiempo nos mató y nuestra supuesta fingida amistad a distancia nos remató. ¿Por qué? Porque por si no te habías dado cuenta, tú y yo no podemos ser amigos. A la amistad no se la puede engañar por mucho tiempo, donde no tiene lugar, no tiene lugar. Pero tú la engañaste, por eso de tenerme en tu mano algún tiempo más.
Y no, no todo es tan fácil como un: ' Está bien, como tú quieras, seremos solo amigos' No. Esas cosas no cambian de un día para otro, ni siquiera en mucho tiempo, por más que tú te empeñaras en ponernos ese título. Título que a veces ni cumplías, pues si tan amigos éramos, no entiendo el por qué de tanta excusa para no vernos. Aunque sí, sí lo entiendo, sabías que vernos provocaría un tsunami de emociones y un terremoto de sentimientos, que muy probablemente no estarías dispuesto a soportar, a caer en la tentación. Pero es que los mensajes bonitos, las palabras de aliento, los 'vales mucho' y demás bla,bla,blas son fáciles de soltar a través de un teclado y una pantalla, lo difícil está en decirlo a la cara, mirando a los ojos, dejando que mi sonrisa y un abrazo te contestaran por sí solos.
Y debes saber que ayer a esta misma hora, me senté en este mismo borde, en la esquina derecha de mi cama, con el fondo estrellado frente a mí, y me pregunté algo sencillo y la respuesta fue contundente: Olvidar o seguir intentando, no sé qué duele más. Pero nadie te enseña el camino correcto. O te arriesgas o...siempre estarás en mitad de la nada. Y hoy tomé la decisión de arriesgar, y sabes una cosa? Puedes desear el cielo, eso de poco sirve. Deseos incumplidos justifican cicatrices. No he perdido nada, porque me doy cuenta de que yo no estaba jugando. 
Por eso es mejor así, ojos que no ven, corazón que no siente. Creo que es hora de cerrar capítulo, y sin mirar hacia atrás, seguir hacia delante. Un capítulo que siempre tomó fuerza en mi mente, porque jamás se hizo realidad. Pero lo siento, no puedo vivir de recuerdos, estos me empañan el presente y me hacen perder energías por el futuro. Es hora de partir. Ojalá la vida te vaya bien. Ojalá me recuerdes. Ojalá recuerdes mi risa y mis ganas por hacerte feliz. No me arrepiento de nada, y mucho menos de haberte conocido, de haber sido tu 'amiga', sólo me arrepiento de que no supieras verme. No me arrepiento porque has sido uno de mis mejores capítulos, y porque casi siempre estabas ahí para no dejarme caer. Pero escucha: 'has sido'. No sé si lo volverás a ser. Me cansé de pensarte y no verte. Me cansé de ser buena. Me cansé de ser tonta. Me cansé de ser el segundo plato. Me cansé de cansarme.
Y ahora la que manda en mi vida soy yo, no quiero depender de nadie, y mucho menos de alguien para quien su vida no depende de mí. De alguien que deja que me olvide de su voz y de cómo sonaba su risa.
Siento que quedaron cosas por decirnos, cosas por hacer, ilusiones por compartir. Pero si quieres guárdalo, guarda todo eso, tal y como has hecho hasta ahora.
Disfruta de la vida, sé feliz. Cuida de tu hermana, de tus padres y tus amigos. 
Yo me retiro. A olvidarme de ti y de todo. A continuar la vida, porque me quedé estancada hace mucho. Me estaba quemando y tú no te dabas cuenta...no querías hacerlo!
Y es hora de seguir. Por supuesto, no será fácil, porque me importas, pero debes saber algo: tengo intenciones de comerme el mundo, contigo o sin ti. 






Pero antes de irte, ven, pregúntame una vez más:
- ¿Me quieres?
- Yo suelo querer más de lo que debo.
Y por si te interesa saberlo, no creo que nunca te olvide, ni siquiera es mi intención. ¿Por qué iba a olvidar algo que me hizo sonreír en su día? Sólo intento cerrar el pasado, tal y como hiciste tú conmigo. O eso creo. 
Y como veo que no tienes intenciones de volver a por mí, de rescatarme, de recuperarme por todos los medios aunque yo te diga que quiero olvidarme de ti...como veo que no regresas a secarme las lágrimas, a ponerme una sonrisa, una última sonrisa que nos haga recordar esto mejor...como no sé lo que he sido y soy para ti, como no sé qué planes tienes para mí, como no sé lo que la vida nos depara:
Buenas noches y buena suerte.


http://youtu.be/LBTXNPZPfbE

Jamás sabrás lo que has sido para mí. ¿Sabes por qué? Porque mi plan A, era no ser tu plan B.



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